Era un árbol de naranjas. Normales, hasta un día que comenzaron a crecer de un inusual modo. Casi sin control. Cientos de naranjas, treinta y cinco globos y un árbol. Árbol que desafió la naturaleza. Y que cambió sus frutos por ilusiones, para que todos los pequeños (y los grandes que jugaron a serlo) tengan a la vez, el mismo sueño. Pero bien despiertos, para disfrutarlo mejor... Alejandro Costas- artista plástico argentino
1 comentario:
Me encantó el video! Además de ser muy claras las explicaciones de Noemí Paymal, estéticamente me pareció hermoso. Coincido con las ideas que manifiesta. Espero sigan subiendo videos tan interesantes. Sigan adelante!!!
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